Antonio machado es la gran figura
del modernismo español junto a Juan Ramón Jiménez. Machado busca en su poesía
expresar lo esencial de las cosas, concretamente de las preocupaciones humanas,
así como el tiempo y como este afecta a todo a nuestro alrededor.
Influido por la poesía romántica,
su primer libro Soledades (posteriormente Soledades, galerías y otros poemas)
es de un modernismo intimista que destaca por su sensorialidad, reflejando los
pesares del poeta, que se busca a sí mismo y un sentido, deseando la felicidad,
el amor y la existencia de Dios, pero se llena de gran angustia ante la
ausencia de estos. Para expresar esto se basa en la utilización de símbolos,
como se puede apreciar en “Yo voy soñando caminos de la tarde”, el sueño como
anhelo, el camino como búsqueda, y la tarde como momento de decadencia y
reflexión. También destaca su uso del agua, como vida si fluye (fuente), o como
muerte, estancada, el diálogo como forma de expresión y la alusión a su
infancia como paraíso perdido (“fue una clara tarde, triste y soñolienta /
tarde de verano).
Publica posteriormente “Campos de
castilla”, con una poesía mucho más realista donde describe paisajes reales, y
no de forma simbólica (“Campos de Soria”), y también ofrece una visión crítica
de España. Añade nuevos poemas con más matices simbólicos y emotivos cuando
enferma su esposa Leonor (“A un olmo seco”), y finalmente muere. Posteriormente
integra “Proverbios y cantares” donde destaca una perspectiva filosófica y
existencial de la vida.
Su última obra independiente,
“Nuevas canciones” de 1924, contiene poemas un tanto dispares, algunos más
intimistas y otros que recuerdan más a su segunda etapa, aunque lo más
destacable es la continuación de “Proverbios y cantares”, con protagonismo de
la visión filosófica y aspectos del folclore japonés.
Hasta 1936 irá reeditando
“Poesías completas”, valiéndose de escritores apócrifos, que expresan sus
ideas. Durante esta época rechaza la literatura deshumanizada, derivada de la
poesía pura, así como la lírica intelectual, alegando que la poesía no es
únicamente objetiva ni subjetiva, y depende, como he nombrado al principio, de
la esencialidad y la temporalidad.
Murió en el exilio en 1939, de
sus últimos años destacan las poesías de la guerra y las “canciones a Guiomar”
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